Breve anotación histórica de la Delegación Diocesana de Enseñanza del Obispado de Asidonia-Jerez
Años 60
Jerez en la década de los sesenta del siglo XX y con la presencia de Don José Mª. Cirarda, Primer Obispo Auxiliar de Sevilla con residencia en la ciudad, vive la renovación conciliar. Es clara la voluntad del Sr. Cardenal Don José Mª. Bueno Monreal de atender esta «región pastoral» de la Archidiócesis en todos los aspectos de la vida eclesial y los Decretos de erección o renovación de organismos referidos a la enseñanza y catequesis, aparecen ya con doble sede, en Sevilla y Jerez.
Algunos sacerdotes de Jerez que allá por el verano de 1968 asisten en Ronda a los cursos de catequesis, organizados por la Comisión de Enseñanza y Catequesis de la Conferencia Episcopal, piensan en la coordinación pastoral de la catequesis en la ciudad de Jerez y piden a la Vicaria de la Archidiócesis un curso en Jerez. Entonces estaban menos diferenciadas la Enseñanza Religiosa Escolar y la Catequesis de la Comunidad Cristiana, los colegios de la Iglesia y los maestros y profesores de religión en los centros estatales, unidos en una sola Vicaria en el organigrama de la Archidiócesis, si bien se atendía a cada grupo según su necesidad, de modo apropiado a sus tareas, como aún hoy sigue en la Conferencia Episcopal Española. Tan sólo formaban cierto grupo diferenciado los sacerdotes en los Institutos Nacionales de Bachillerato y Formación Profesional. Eran unos veinte en toda la región pastoral de Jerez.
La renovación postconciliar pasa entonces con Mn. Cirarda por el Centro de Espiritualidad «El Calvario» y la Casa de Acción Católica de la calle San Cristóbal. Y allí tiene su sede el recién creado «Secretariado regional de Formación Religiosa» que nace con voluntad de responder a las necesidades de conjunto. Y es Don Celestino Rivera Aroca Vicario de Enseñanza y Catequesis quien se desvive en atender a esta región pastoral, sobre todo a la ciudad de Jerez, con frecuentes visitas y organización de cursillos. En el verano de 1973 el Sr. Cardenal nombra a Don Joaquín Gálvez como Director del Secretariado Regional para la zona de la provincia de Cádiz, dependiendo directamente de la Vicaria de Enseñanza (única) en la Archidiócesis de Sevilla.
Años 70
La Ley General de Educación de Villar Palasí en 1970 extiende la enseñanza obligatoria hasta los catorce años y pone, entre otras medidas, la clase de Religión de la así llamada «segunda etapa» (61, 7° y 8° cursos de «EGB» / Educación General Básica) en manos de maestros y maestras o párrocos que hasta ese momento han atendido a niños más pequeños con el Catecismo Escolar. Fue urgente establecer cursos que especializarán (con 400 horas) para la 20 etapa y en la mayor cercanía a todos los maestros en ejercicio que aceptaran libremente. Esto hizo que se trazara un ambicioso proyecto de renovación de la presencia de la Iglesia en la escuela, sobre todo en la escuela pública, en todos los pueblos y ciudades de la «región pastoral». Y la respuesta estuvo a la altura de tal proyecto pastoral por la presencia de maestros y maestras en los cursos preparados en la sierra, en el litoral y en Jerez ciudad, durante el curso y en verano con la colaboración de la Escuela de Magisterio de la Iglesia.
El cambio social y político, la nueva Constitución Española y otros factores a finales de la década de los setenta hacen que la «Enseñanza Religiosa Escolar» (1979) tome un nuevo giro y obligue a una mayor atención a la presencia en el ámbito escolar, cuando también los catequistas toman nueva conciencia de su tarea y preparación intraeclesial más especializada. Los Sínodos de «Evangelii Nuntiandi» (1975) y «Catechesi Tradendae» (1979) también ayudaron mucho en esta reflexión y opción pastoral.
Años 80
Don Rafael Bellido Caro, con la creación de Asidonia-Jerez como nueva diócesis (1980), transforma el Secretariado Regional en Delegación Diocesana y ratifica a su directo colaborador en estos cometidos; con posterioridad desmembra en dos organismos los asuntos de la enseñanza religiosa escolar y los de la catequesis de la comunidad cristiana, tal como en la actualidad continúan.