Todo centro escolar debe ofrecer la asignatura de religión como materia opcional para los alumnos, debiendo ellos optar entre ésta o la Alternativa a la Enseñanza Religiosa, marcando en la matrícula la casilla correspondiente.
No sé que pensarás tú, pero hay razones de peso por las que vale la pena escoger la clase de religión:
Nuestra cultura y nuestra historia:
Ignorar la influencia del cristianismo como base de nuestra cultura y nuestra historia, es negar la realidad. Un alumno que no estudie religión está privado de estos conocimientos, que le dificultarán también el estudio de otras materias (historia, arte, filosofía, literatura& ). Si los contenidos religiosos están ausentes, los alumnos no podrán conseguir uno de los grandes objetivos de la LOGSE: conocer las creencias, actitudes y valores básicos de nuestra tradición y patrimonio cultural, valorarlos críticamente y elegir aquellas opciones que mejor favorezcan su desarrollo integral como persona.
Formación en valores:
Cada vez es más evidente la decadencia de los valores en nuestra sociedad. La religión ofrece valores positivos y humanizadores que potencian la dignidad de la persona, la libertad, la vida, el respeto, la tolerancia, el compromiso, etc.
Formación integral:
El fin de la educación es proporcionar al alumno una formación plena que les permita el desarrollo de todas las capacidades del ser humano, y que no se reducen a la razón, sino que abarcan también la capacidad afectiva, y la espiritual, abierta a la trascendencia, sin olvidar que la Fe es un saber razonable que debe entrar en diálogo con los otros saberes de la escuela.
Dar respuesta a cuestiones de sentido:
La enseñanza religiosa ayuda a los alumnos a plantearse y encontrar respuestas a las preguntas sobre el sentido de la vida y sobre todas las cuestiones que afectan a la felicidad de la persona y le ayudan a conocerse y a interrogarse, potenciando la capacidad de reflexión y crítica.